Sí señor, es ésta
la famosa historia
de doña Coneja
su hija y un tren
que una tardecita
de no sé qué día
salieron juntitas
pensando en volver.
La mamá coneja
iba muy oronda
llevaba un sombrero
con plumas y red
y la conejita
un gorro de lana
con pompones, moños
y guantes de piel.
en una canasta
cuatro zanahorias
para cuando llegue
la hora de comer,
quince rabanitos,
dos plantas de hinojo
y caramelitos
de leche y de miel.
La señora canta
boleros y tangos
y la nena sigue
el ritmo muy bien
chucu chucu chaca
con sus dos patitas
marcando en el piso
siguiendo el vaivén.
Por la ventanilla
se ven las hamacas,
una calesita,
aviones también,
un gusano loco,
la montaña rusa,
la rueda gigante,
barcos de papel;
un señor que vende
globos y turrones,
manzanitas dulces
tortitas de nuez,
terminó el paseo
mientras sentadito
don Conejo espera
allá en el andén.